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El lado oscuro del espectro

En el mes de Junio estamos en modo festivo para celebrar el ser parte de la comunidad LGBTQ+; pero, en este “más” existe una orientación no tan comentada, llamada asexualidad1.

La asexualidad se entiende, según Haase2 en su publicación ¿Qué tanto sabes sobe la asexualidad? : “ser asexual significa que simplemente no estás interesado en el sexo, y es posible que ni siquiera te atraiga alguien”.

En relación, la demisexualidad es una subcategoría y según el sitio web demisexuality.org3, lo define como:

“Una orientación sexual en la que alguien siente atracción sexual solo por las personas con las que tiene un vínculo emocional“. 

“La mayoría de los demisexuales sienten atracción sexual rara vez en comparación con la población en general, y algunos tienen poco o ningún interés en la actividad sexual”.

La importancia de ponerle un nombre a (o categorizar) nuestro comportamiento surge de nuestra necesidad de saber en dónde pertenecemos, nos ayuda a tener claridad de quienes somos, qué nos gusta, qué no nos gusta, a entendernos como personas desde nuestro interior y a identificarnos como personas ante una comunidad o grupo de personas.

Estar dentro de lo que se entiende como asexual, demisexual, grisexual, etc., es complejo en un mundo en donde sentir atracción sexual por alguien es lo común y lo más conocido. Incluso dentro de la comunidad LGBTQ+, lo asexuales somos los/las atípicos/as porque, al ser una orientación poco explorada y por tanto, poco comprendida y comentada, se da paso a los malos entendidos. Estos malos entendidos pueden llegar a ser desde que una/o misma/o es asexual por decisión propia – celibato –, porque vivimos una mala experiencia, abstinencia o “porque no ha llegado el/la indicado/a”. Pero la verdad es que lo anterior no tiene nada que ver; de la misma manera que las otras orientaciones, se nace siendo asexual, demisexual, grisexual, etc.

Entendido el hecho de que uno nace con esta orientación, la manera en que logré identificarme como alguien dentro del espectro asexual – demisexual y estar, por fin, en paz conmigo misma en este tema de cómo vivo mi sexualidad fue liberador porque me di cuenta que  no había nada malo en mí y en mi poco interés y deseo de tener relaciones sexuales.

Es muy cierto que me sentía como bicho raro y fuera de lugar cuando escuchaba a mis compañeras y amigas contar sobre lo que experimentaban sexualmente con diferentes personas, cuando tenían este/a o aquel/aquella crush, o cuando un individuo les gustaba a la mayoría de las personas y a mí me parecía alguien muy “equis”. Otra cosa que no lograba entender del todo – y todavía – es cuando contaban que se habían hecho pareja de una persona que apenas habían conocido pocos meses atrás, y siempre mi impresión es “¿cómo pueden hacer eso de gustarse y/o sentir esa atracción sexual en tan poco tiempo?”

A raíz de este tipo de situaciones, me empezaba a cuestionar qué es lo que está mal en mí, ¿por qué no podía sentir atracción de este tipo, acaso era mi apariencia, mi actitud, acaso es timidez, o miedo? en fin, una gran cantidad de pensamientos agresivos y hasta ofensivos surgen hacia una/o misma/o y es cuando se crea este pensamiento permanente de no sentirse suficiente para otras personas. Tratar de reprimir lo que sientes de verdad porque piensas que algo está mal en ti, no está nada padre. 

No fue hasta ya entrados mis veintitantos que por fin pude conectar con esta parte de mí y al fin, estar en paz y saber lo que quiero y necesito para mí en cuestiones sexuales.

Tener esta orientación “invisible” lo hace complicado. La razón que creo es la más escandalosa es por no poder satisfacer esta parte necesaria – según – de pareja y como resultado genera diversos problemas. Estar enfrente de una persona desnuda completamente es una sensación, no de repulsión ni de vergüenza, sino incómoda – hablando desde mi sentir.

Generalmente, por lo que leído y escuchado de las experiencias de personas asexuales y la mía, cuando alguna/o de nosotras/os quiere estar en una relación, no esperen a que demos la “prueba de amor” en poco tiempo; sólo queremos crear un buen lazo sentimental sin que nos presionen de tener que satisfacer esta parte. En mi caso, como asexual – demisexual se necesita mucho tiempo para poder complacer esta parte sexual. 

Victoria Velázquez Arreola

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